Esta mañana era el día que había estado esperado durante las últimas semanas. Me he levantado a las 6h para hacer un desayuno compuesto por un café, dos tostadas con aceite de oliva, un maldito kiwi y dos onzas de noni. Una vez vi a Fabian Roncero meterse cuatro croisant con mantequilla y mermelada antes de una etapa de la Transalpina, le pregunté que si eso era normal y me contestó que lo normal es hacer lo que haces cada día. Cada vez que me he saltado esta regla, he sufrido las consecuencias. Hoy ha sido el ... Kiwi que afortunadamente ya ha salido de mi.
He llegado a Recoletos a las 8h10. Había un ambiente increíble 15500 personas dispuestas a correr por Madrid, un Madrid solo para nosotros. Cuanta afición hay a esto de correr, gente de todo tipo y edad unidos por la pasión del deporte, sin miedo al sufrimiento y deseando vivir intensamente. Que buena materia prima toda esta gente para grandes desafíos, seguro que había pocos políticos y especuladores entre nosotros, los 15.500, que como auténticos Espartanos estábamos allí. Como en el comic, "solo los más duros, solo los más fuertes" aunque no solo los más duros y los más fuertes, también estabamos a los que nos gusta el deporte, los que quieren dar ejemplo a sus hijos, algun despistado que pensaba que podía ser divertido ....
Perdón por el descontrol, creo que todavia no estoy recuperado, pero eso es lo que veía en Recoletos a las 8h10 y durante toda la carrera.
Al grano.
Salida en tropel, afortunadamente la Castellana da para muchas personas y después de 1km ya se podía correr bien, tenia un poco de miedo y he corrido los primeros 5km a 4:40 para entonces ya empezaba a sentir algo raro en mis tripas. Si, era el p. Kiwi.
Desde el km 5 al 25 he corrido muy rápido a una media de 4:15 y llegando al 31 el Kiwi se ha impuesto, teniendo que hacer una escala técnica coincidiendo con el muro, que se ha manifestado con toda su dureza desde el km 35.
Desde el km 35 he tenido vistas al infierno en forma de dolor de piernas hasta llegar a la meta, aquí los tiempos ya han sido malos 4:50, 5 .... Eso si, en la meta me he permitido esprintar para pasar a un grupito de unas 20 personas agónicas como yo, pero yo contaba con una ventaja, nada duele tanto como las etapas de la Transalpina. Ventajas de la relativizacion.
Tiempo final 3h25m a 4:50 promedio, el próximo (en otoño) lo haré mejor, con permiso del kiwi.
Ahora toca agradecer a mi familia el esfuerzo para verme pasar por varios puntos del trazado, han sido inyecciones de energía pura.
Gracias tambien a Daniel que con su bicicleta se ha situado en los puntos clave para darme ánimos, sobre todo desde el km 35. Me he dado cuenta del buen trabajo que ha hecho conmigo a lo largo de tantos entrenamientos. Gracias tío.
Como Conclusión final, os digo que se me ha pasado muy rápido, el entrenamiento ha hecho que correr el maraton haya sido un placer.
Ahora hay que seguir entrenando, queda mucho por hacer hasta la Transalp 2010.
Correr es de cobardes?
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