Gloria en asfalto y otra vez a la montaña

Han pasado muchos días y muchas cosas desde la última vez que escribí. El trabajo en los entrenos y la obsesión por mejorar han puesto en segundo plano actualizar este cuaderno de bitácora. Ahora después de tres meses, aprovechando el cambio sicológico y técnico del cambio de asfalto a montaña, he decidido escribir para no olvidar en el tiempo lo interesante y gratificante de este paréntesis invernal.

Quizás lo mejor que me ha pasado ha sido correr con dos nuevos amigos que están un par de escalones por encima de mi nivel. Me han ayudado a ilusionarme con nuevos retos así como plantearme nuevas vías de mejora y mantener la motivación alta. Sergio y Carlos además correrán también el plato fuerte de este año: El Four Trails en los Alpes.

En el terreno técnico, el balance de la temporada de asfalto no puede haber sido mejor (quizás un poco solo. He conseguido hacer un 10.000 en 37’41 en Alcobendas, un medio maratón en 1h23 en Getafe y el plato fuerte del año ha sido el Maratón de Sevilla con 2h58’ ¡He conseguido bajar de 3h! siiiiiiiiiiiii.

Solo puedo decir una cosa respecto al maratón. Es una prueba preciosa, mítica y épica. Todo empieza en el km 30 y eso, si se piensa bien, le da una dureza colosal. Te desgastas durante 30km para ver si tu cuerpo es capaz se hacer 12 más a un ritmo razonable. En mi caso del 35 al 42 fue un infierno, me abandonaron las fuerzas y tuve que sufrir mucho durante 8 km. Los 8km más largos que he corrido en mucho tiempo. Veía como peligraba el objetivo, tuve que concentrarme para soportar el dolor e intentar olvidarlo. El dolor no es solo dolor, es un aviso del cuerpo, es la antesala del calambre o la lesión. Estaba tan cerca y tan lejos …. Finalmente lo conseguí, 2h58’ seguro que en el cielo o en el infierno hay un espacio especial para los que consiguen bajar de 3h en maratón. No lo olvidaré nunca y será una imagen más en mi retina para el día que todo termine. Sevilla 2012. Ahora solo queda pensar en Sevilla 2013 y bajar de 2h50’.

Montañas, montañas, montañas. Que ganas tenía de correr por la sierra, de oler a pino, de pisar neveros y mojarme los pies cruzando ríos. Hoy ha sido el quinto día de entreno en montaña. No mirar el crono, olvidarse del ritmo de carrera en asfalto, aquí no das dos zancadas iguales.

Esta fase del entreno hasta el Four Trails consiste en adaptarse a la carrera en montaña. No es fácil, hay que ganar fuerza en el gimnasio, desarrollar mucha capacidad aeróbica, no perder la anaeróbica, no lesionarse y trabajar las técnicas de subida y bajada … Casi nada…. Pero en eso estoy.

Ahora solo queda esperar a las nuevas carreras para ver si continúan los días de gloria: Cebreros, Cuenca, Tres Refugios, Maratón Alpino de Madrid, Four Trails y Aneto… Que el dios del viento nos ayude.

Hasta pronto ….. Vaaaamooooossss