viernes, 3 de diciembre de 2010

Alineando

No quería dejar mucho tiempo sin escribir en el blog. El blog es mi herramienta para reflexionar y compartir estas con mis amigos y sobre todo conmigo mismo. Cuando lees retrospectivamente lo escrito como interpretación particular de lo vivido, evolucionas, tienes una referencia concisa del camino que llevas y evitas tropezar con piedras que ya conoces.

Ya han pasado tres meses desde que regresamos de nuestra particular aventura y ya estoy empezando a pensar que me gustaría repetirla, señal de recuperación casi completa.

Algo tiene la Transalpina de mágico, algo te llama una vez que tu metabolismo ha digerido el esfuerzo brutal que representa. La concentración, la preparación física hasta el último detalle, el esfuerzo, el sufrimiento, la capacidad de soportar la frustración de llegar al límite y ese miedo que te da pensar que cada día puede ser el último es realmente lo que te llama con fuerza. Como dice mi compañero, es como volver a los orígenes de nuestro ser más animal. Todo el día pensando y asumiendo que puede ser el último y esa alegría cuando termina el día y sigues estando allí como si cada día fuese una prorroga que te han dado.

Por el momento estoy empezando a preparar la temporada con algunas carreras que dan sentido al entrenamiento. La primera será correr el día 31 de diciembre 4 San Silvestres, una locura ideada y diseñada por mi amigo Daniel Escaño, ya entraremos en detalles próximamente, pero me parece algo divertido y seguro que no hay muchos locos capaces de hacer esto. Después la media Maratón de Santa Pola (objetivo 1h20), el Maratón de Madrid con el enorme reto de bajar a 3h y entrar en el Olimpo de los 500 elegidos. Luego el Maratón Alpino de Madrid para empezar a calentar en montaña y finalmente y si consigo engañar a un compañero digno, correré mi tercera Trasalpina.
Bueno ya está dicho, correré la tercera Transalpina. Una vez dicho ya está hecho. No penséis que no me ha costado tomar la decisión pero que otra cosa se puede hacer cuando llevas el demonio dentro.

Ayer viendo el reportaje sobre la TAR en Teledeporte, dijeron una frase con la que no puedo estar más de acuerdo: “Vencer a los demás te hace fuerte pero vencerte a ti mismo te hace poderoso.”

Alineando la mente hacia un nuevo objetivo ...

3 comentarios:

  1. Buffff... No había leido la última entrada hasta este momento.
    El problema que tienes, es que somos un equipo. Y si somos un equipo, cuando uno se adentra en el infierno, hacia lo más profundo del abismo, el otro ha de estar a su lado y luchar junto a él hasta que ambos alientos se agoten.
    La mano y la espada son mías, pero están a tu servicio desde que se creó el pacto de sangre. Tuya es la decisión de selecciónar compañero de batalla y de ambos cumplir la misión que se establezca. Ahora, si decides que corra contigo la tercera, te encargas tú de explicárle los motivos a todos aquellos a los que pedí que me disuadiesen del nuevo intento... porque yo no puedo explicarles que yo también voy teniendo ganas de nuevo.

    Daniel Escaño

    ResponderEliminar
  2. Daniel. Que decir .... No quería pedírtelo en señal de respeto. Se que te costó mucho mentalmente la última TAR y como hemos comentado alguna vez, es además de un esfuerzo brutal, una experiencia mística, un retiro espiritual de una semana que tambien hay que preparar. Se lo explicaré a todos en una entrada especial en el blog para que nos entiendan. Solo puedo decirte que me siento profundamente feliz y honrrado de saber que te gustaría correr la tercera TAR conmigo, esto es un aliciente para prepararme a consciencia y esta vez, con todo lo aprendido prometo correr a tu manera para llegar con fuerza a las últimas etapas.

    Un abrazo muy fuerte. No tenemos arreglo pero tampoco lo necesitamos.

    Jose Manuel Tejera

    ResponderEliminar
  3. La Madre que os pario a los dos. Como (al menos por parte de mi hermano) descarto que todo esto sea un remake de
    Brokeback mountain, tendre que llegar a la conclusion de que en vez de maricas lo que estais es locos. Pero en fin, aqui nos tendreis...

    ResponderEliminar